Planeta Títere

El blog para los fanáticos de los títeres

El Monstruo de Tetrabrik

Los muñecos que mueven boca son muy divertidos. Hablan, cantan, pero sobre todo... ¡Dan terroríficos mordiscos y besos babosos!

Vamos a probar a hacer un Monstruo monstruoso con algo que ya no nos sirva, con material reciclado. ¿Qué tal un tetra brick de leche? Es muy sencillo.

Primero, bébete la leche. Mejor si no es de golpe, sino en varios días y con unas ricas madalenas. Hasta aquí, divino, ¿eh? Después, aclara el interior del brick. ¡Ya estamos listos para empezar!

Con un cúter abre el brick por la mitad, aproximadamente, y dóblalo por la mitad. ¡Ya tienes la boca! Si no lo haces exacto, no pasa nada, hasta puede ser divertido. ¡Así el monstruo tendrá una mandícula más grande que la otra!



Una vez que tenemos la boca, hacer el monstruo es cosa de imaginación. Pongámosle ojos. Para ello podemos contar con chapas, tapones, botones, pompones, trozos de gomaespuma... Pero esta vez vamos a utilizar dos vasos pequeños de plástico que los vamos a pegar con cola de contacto sobre la mandícula superior. Vamos a rematarlo con unos gomets, las pegatinitas redondas que los niños utilizan día sí y día también en el cole. Pero si quieres, puedes ponerle ojos móviles, botones, chapas...



Bueno, no anda mal la cosa. ¿Y si le ponemos unos dientes? Basta con una tira de papel, aunque también podríamos hacerlos con gomaespuma. Una esponja que queramos jubilar, y a recortar dientes con una tijera. ¿Y si le ponemos una nariz? Vamos a probar con un tapón.

¿Le ponemos un poco de pelo? Vamos a probar con unas tiras de papel de seda. Pero también podemos ponerle tela cortada en tiras, lana, plumón de colores... Lo que se os ocurra. Pero la boca queda un poco sosa. Podemos pintar en una hoja la lengua y el interior de la boca, colorearlo y pegárselo.



Y para que no quede al descubierto la mano del manipulador, podemos pegar una tela en el interior de la mandíbla superior, en la parte de arriba.

Bueno, para ser el primer Monstruo no es que esté mal. No está bien, bien, pero tampoco está mal. ¡Seguro que sois capaces de mejorarlo!